El conocimiento se origina y
reside en las personas, que lo asimilan como los resultados de sus
experiencias, su utilización puede darse sin el conocimiento, como ocurre con
otros bienes físicos, que permiten
entender a las personas con lo que su conocimiento implica en un momento determinado.
También es una guía para las
acciones de las personas en el sentido de decir que hacer en cada momento porque esa acción tiene en general mejorara las consecuencias para cada individuo
de los fenómenos percibidos.
Dichas características convierten
al conocimiento, cuando en él se basa la oferta de una empresa en el mercado,
en una base solida para el desarrollo de sus ventajas competitivas.
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